Rabell ha acudido a votar en un colegio de la calle Diputación de Barcelona de la mano de su compañera, Sílvia, una veterana activista social del mayo del 68, y, dada su poca experiencia política, ha dejado caer el voto en la urna muy deprisa sin esperar casi a que los numerosos reporteros gráficos pudiesen fotografiarles con el sobre de la papeleta en la mano.

Tras votar, Rabell ha pedido a "todas las personas que no consideraban importantes o no veían suyas" las elecciones autonómicas, que acudan a las urnas porque se trata de "unas elecciones trascendentales e importantísimas".

"Cuanta más alta sea la participación, más legitimidad tendrá el resultado y más ganaremos en calidad democrática", ha afirmado Rabell, que ha declarado que hoy ya no está nervioso: "Los nervios fueron durante la campaña, ahora el trabajo ya está hecho y es la gente la que ha de tomar la palabra".