La primera clave que dejan los sondeos es la gran participación, histórica. Según las encuestas, beneficiará a Ciudadanos y al PSC, algo que reconocen los independentistas, mientras que el otro bloque pide no confiarse.

Joan Tardà, portavoz de ERC en el Congreso, ha dicho que "al estar en la fase de consolidar la república, los que tienen que seguir en España van a votar". Por su parte, García Albiol, candidato del PPC ha afirmado que "hay que hacer colas y colas el 21D, sino será un infierno".

Esta vez los independentistas concurren por separado y sin programa en común que sí hubo con Junts Pel Sí. Casi la mitad de esos votantes se decantará por Esquerra y la duda es saber si habrá confrontación o pacto de no agresión con la candidatura de Puigdemont.

Campuzano, portavoz del PdeCAT en el Congreso, ha asegurado que quieren "que gane la lista de Puigdemont y que tenga mayoría el independentismo".

Todas las encuestas catapultan a Ciudadanos, que roba al PP casi la mitad de sus antiguos votantes y les sitúan como la primera o segunda lista más votada. Ahora, su misión es convencer al PSC. Fernando de Páramo, secretario de Comunicación de Ciudadanos, pide "que el PSC no se equivoque otra vez".

Los comunes tendrán la llave de la gobernabilidad, aunque siguen perdiendo votos a manos del PSC con un Iceta que se ve president al no estar entre los vetos de Podemos: "Somos la alternativa".

Al respecto, Irene Montero, portavoz de Podemos en el Congreso, ha destacado que no van a "pactar con Ciudadanos, ni con el PP, ni con los independentistas del 3%". Todos luchan por lograr el favor del 29% de indecisos.