La carrera electoral en Castilla y León toca a su fin. Este viernes, los candidatos de los principales partidos han cerrado sus respectivas campañas en Valladolid arropados por sus líderes nacionales, mientras arranca la cuenta atrás para la cita con las urnas.

Así, Pedro Sánchez ha acompañado al candidato socialista, Luis Tudanca; el líder del PP, Pablo Casado, ha hecho lo propio con Alfonso Fernández Mañueco; los ministros Ione Belarra y Alberto Garzón han apoyado al candidato de Unidas Podemos, Pablo Fernández; Santiago Abascal ha estado junto al de Vox, Juan García-Gallardo, y la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, con Francisco Igea.

Por su parte, y ante unos comicios en los que la España vaciada y las candidaturas localistas han irrumpido con fuerza, UPL, Soria YA y Por Ávila -aquellas con opciones de obtener representación parlamentaria, según el CIS- han completado sus actos en sus provincias de referencia.

En el caso del actual presidente de la Junta, este viernes ha estado acompañado, además, por pesos pesados del PP como Alberto Núñez Feijóo, José Luis Martínez Almeida y también la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que hace unos días abría la puerta a un posible pacto postelectoral con Vox en la región.

A falta de unas horas para la jornada de reflexión, Mañueco ha apelado a la movilización masiva para acudir a las urnas este domingo. "Todavía queda tiempo y vamos a seguir peleando para ganar", ha afirmado el candidato, en un mitin que Casado y Ayuso han planteado en clave nacional, cargando de nuevo contra el presidente del Gobierno. "No hay más alternativas o experimentos. PP o 'sanchismo'; o PP o ruina; o PP, o los socios Bildu y Esquerra; o PP, o el caos", ha exclamado el líder de la oposición.

Lo cierto es que las expectativas de los populares han ido bajando con el paso de los días y, tras un inicio de campaña muy centrado en la confrontación con el Ejecutivo central, en el último debate Mañueco se centraba más en hablar de Castilla y León, afirmando que quien se la juega en estos comicios es él y no Casado. En todo caso, el PP confía en que la derecha va a sumar, pero asume que tendrá que negociar con la extrema derecha.

Entretanto, en el PSOE aumentan las esperanzas: los socialistas están convencidos de que este domingo hay partido que jugar y este viernes han echado el resto, con un acto de cierre de campaña con presencia del presidente Sánchez, que ha advertido de que "ganar no significa gobernar" y ha llamado a concentrar el voto en su partido.

Además, el presidente del Gobierno ha reprochado al PP su campaña -"empezó hablando de Sánchez y han terminado hablando de Vox", ha dicho- e incidido en que el adelanto electoral anunciado por Mañueco el pasado mes de diciembre no se hizo "pensando en Castilla y León". A su vez, ha dado por desmontadas las acusaciones de "pucherazo" por parte de los populares en la votación de la reforma laboral. "¡Vaya semanas que lleva el PP!¡Qué paciencia hay que tener!", ha ironizado.

Tudanca, por su parte, se ha mostrado convencido de la posibilidad de un cambio en la región tras 35 años de gobiernos del PP: "Este domingo, los castellanos y los leoneses les van a dar una lección que no van a olvidar en muchísimo tiempo", ha aseverado.

La víspera de la jornada de reflexión, el bipartidismo se ha centrado en atraer el voto de los indecisos, ante unas elecciones en las que la participación es clave: el presidente de GAD3 incluso ha pronosticado un probable "vuelco a la izquierda" si a las 14:00 horas del domingo la participación baja del 33%.

En Ciudadanos, a su vez, descartan volver a apoyar al PP de Mañueco: su candidato, Francisco Igea, que en el último debate se mostró muy crítico con el que fuera su socio de coalición, ha estado arropado en el cierre de campaña por Arrimadas. Los de Abascal, por su parte, quieren ser decisivos en las Cortes de Castilla y León, mientras que desde la formación morada alertan de lo que puede ocurrir si gana la derecha.