A voces o en silencio, con pancartas, la palabra dimisión ha sido la más repetida de una noche en la que hemos oído de todo. "Mi Sanidad iba en esos sobres", "¡Basta ya!" o "¿Hasta cuándo vamos a aguantar?" clamaban los manifestantes, frente a la sede del PP en la calle Génova, en Madrid.
Indignados de todas las edades y de todos los signos políticos han salido a la calle de forma espontánea. Ya no quieren que se les oiga, porque ellos necesitan que se les escuche.
Yolanda Lusa, una de las participantes en la manifestación madrileña, ve a España como "un país cacique y feudal, porque está repartiendo sobres con una contabilidad chapuza".
En Barcelona, la indignación ha acabado en acampada. Casi dos años después, el 15-M sigue en la memoria de muchos y tras una noche de propuestas, por la mañana es el turno de las acciones.