La Casa del Rey ha reafirmado su "respeto absoluto a la independencia del poder judicial" tras conocer la decisión del Tribunal Supremo de imponer a Iñaki Urdangarin una condena de cinco años y diez meses por el caso Nóos que no le evitará la prisión.
Esta condena se ha hecho pública mientras Felipe VI presidía en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial la reunión bienal del Capítulo de la Orden de San Hermenegildo y también durante la sesión de trabajo del patronato de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) que presidía la Reina Letizia en la sede madrileña de Iberdrola.