El presidente de la Generalitat ha insistido en que "pretender que las (comunidades) más endeudadas y con financiaciones tocadas cumplan con lo mismo que otras que están mejor es como si a España le pidieran lo mismo que a Austria". "Existe una asimetría sideral en Europa y parece que en España sea un pecado mortal", ha apuntado. 

Mas ha lamentado que el Estado no reparta mejor el déficit que ha ganado de Bruselas y dé pie al "espectáculo absurdo" de las autonomías peleándose por "migajas", al tiempo que ha criticado que se esté usando la crisis "como excusa o argumento para la recentralización". 

El jefe del Govern ha alertado de que Cataluña está en una situación de "desmembramiento del autogobierno" por el poco margen de política financiera y por la invasión competencial en aspectos como la educación, en referencia a la Lomce. 

Asimismo, Mas ha advertido de que la Generalitat está "en situación de emergencia" y que se ha "tocado hueso" en la reducción del gasto, hasta el punto de que se encuentra ya al límite de sus posibilidades para seguir recortando su gasto público. 

Ante esta situación, Mas ha defendido su proceso soberanista como la mejor salida y, aunque no ha mencionado al Estado propio, ha remarcado que Cataluña, "antes que quedarse de rodillas", debe iniciar un nuevo camino con el mayor consenso posible, aunque esta senda pueda comportar "riesgos". 

Cuando ha entrado a valorar las nuevas exigencias a España por parte de la UE, Mas ha rechazado subir impuestos, porque desincentivaría el consumo, y ha apostado por priorizar la lucha contra el fraude fiscal, al tiempo que ha alertado de los peligros de tocar las pensiones ya que en estos momentos representan un "cojín fundamental" para muchas familias.