La Comisión Europea ha valorado la calidad del aceite que producen en el sur de la Comunidad de Madrid y a partir del 26 de este mes de abril, ya cuenta con su Denominación de Origen Protegida 'Aceite de Madrid'.

"Hemos conseguido que la UE vea que es un proyecto real, con futuro y de calidad y de respeto por el medio ambiente. Ahora cuando la gente compre este aceite va a saber que es de calidad , con unas características propias y con un proceso de producción respetuoso", dice el presidente de la Denominación de Origen, Rafael Gómez.

En Madrid hay más de 20.000 hectáreas de olivares que producen en torno a 21 millones de kilos de aceitunas al año. Son aceitunas de las variedades Manzanilla, Castellana y Cornicabra que dan la identidad multivarietal al producto final. "Esto es lo que permite obtener perfiles sensoriales que hacen de este aceite único", reconoce Esther Alonso, la directora de la Denominación de Origen.

Las condiciones de adaptación de los olivos de la tierra madrileña "transfieren al aceite características como el alto contenido en polifenoles que son los antioxidantes tan saludables que hacen del aceite un alimento propio de la dieta mediterránea", recalca Alonso.

Para reconocer el aceite de Madrid en una cata hay que fijarse en el sabor: "Pica, lo cual es muy bueno en un aceite y es joven y verde, por lo que amarga", dice Gómez. Pero también hay que fijarse en el olor: "Si a un palmo de distancia olemos el aroma, es que es un buen aceite", nos enseña el presidente.

La comunidad cuenta con 18 almazaras y 4.500 olivareros en el sur y algunas de ellas han extremado el cultivo con respecto al medio ambiente para producir aceite totalmente ecológico. Las zonas principales del cultivo son las comarcas de la Campiña, Suroccidental y Las Vegas, destacando por su extensión Villarejo de Salvanés, Colmenar de Oreja, Chinchón, Campo Real, Arganda del Rey, Morata de Tajuña y Valdaracete.