Abril cierra con 2.657 fallecidos por coronavirus. Una terrible cifra que, sin embargo, es la más baja que se registra desde el verano pasado. Durante el último mes, se ha pasado de notificar 200 fallecimientos diarios por COVID-19 a unos 90 al día.

Ello, a pesar de que se temía que las consecuencias de la Semana Santa fueran nefastas a nivel epidemiológico, algo que han conseguido evitar las restricciones y también el avance de la vacunación.

No obstante, los expertos piden no bajar la guardia. En este sentido, el exdirectrivo de la OMS Daniel López Acuña insta a no pensar que estamos ante "una olita": "Estamos entrando al mes de mayo y estamos con una incidencia media de 230, con muchas comunidades autónomas por encima del riesgo extremo", advierte el especialista.

Y es que, con la incidencia media del país en los 229,2 casos por 100.000 habitantes, ocho territorios siguen en el nivel de alerta más alto por este indicador: Aragón, Cantabria, Cataluña, Madrid, Melilla, Navarra, Euskadi y La Rioja.

Una cuarta ola más controlada

El pasado mes de enero, arrancábamos el año partiendo de una incidencia alta (279,51 casos el último día de 2020), que se disparaba con la tercera ola hasta los 886,67 casos en la cuarta semana. Una tendencia que en abril ha sido más suave, pasando de los 154,76 casos iniciales a la incidencia de 229,2 que refleja el último informe de Sanidad.

"Pero eso no quiere decir que sea menos importante y menos serio", insiste no obstante Acuña. En este sentido, el mes de abril deja en nuestro país más de 232.683 nuevos contagios. Una cifra que, no obstante, es tres veces menor a la que se registró en enero, cuando fueron 814.854.

Comparando las curvas epidemiológicas en ambas oleadas, queda patente que el crecimiento ha estado más controlado en esta cuarta ola, tras los festivos de Semana Santa: unos 116.000 nuevos casos en la segunda quincena de abril frente al medio millón que se registraron en los últimos 15 días de enero.

Un efecto más suave de las vacaciones que Acuña atribuye a las restricciones que se aplicaron en Semana Santa. "¿Qué hubiera pasado si no se toman las medidas restrictivas de Semana Santa? Pues tendríamos una incidencia del doble en estos momentos", plantea el experto.

Los efectos de la vacunación

En esta cuarta ola más suave ha influido también la vacunación. A finales de enero, un mes después de empezar la campaña -quearrancaba el 27 de diciembre-, España había conseguido inocular casi un millón y medio de dosis.

Cifra que en estos momentos asciende a más de 16 millones: según el último informe de Sanidad, el 24,8% de la población tiene ya al menos una dosis, mientras que el 9,9% tiene ya la pauta completa. Si se calcula sobre el total de población a vacunar, la proporción de vacunados sube: un 29,3% ya tiene una dosis y el 11,7% cuenta ya con la pauta completa.

Ello, a pesar de que el ritmo de vacunación ha sido desigual en los últimos meses: mientras las dosis administradas en enero o febrero estaban por debajo de los dos millones, esta cifra se duplicó en el mes de marzo (cuando se pusieron alcanzaron los cuatro millones) y en abril han sido más de ocho millones las dosis administradas.

A este respecto, España ha registrado sendos récords de vacunación diarios esta semana, cuando se ha superado el medio millón de dosis administradas en un solo día. Un proceso de vacunación cuyo reflejo "se expresa sobre todo en la mortalidad", según explica Acuña: de ahí que abril, con 2.657 defunciones notificadas desde el día 1, haya sido el mes con menos muertes desde septiembre, cuando hubo 2.639.

Sin embargo, hay cinco territorios con una ocupación de sus Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) que supera el 30% (Euskadi, Madrid, La Rioja, Cataluña y Ceuta) y ha bajado la edad media de quienes sufren la enfermedad, así como la de los pacientes que ingresan en planta y en críticos.

Así las cosas, Acuña vaticina que este verano no va a ser "normal". "Este verano incluso tendrá que ser más restrictivo", defiende. A tan solo unos días para que el próximo 9 de mayo concluya el estado de alarma, encaramos su final con una incidencia 20 veces mayor de la que teníamos en junio del año pasado, cuando decayó el primero.

Datos diarios de las CCAA

En cuanto a las comunidades autónomas que actualizan sus datos también durante el fin de semana, este sábado la Comunitat Valenciana ha notificado 179 casos nuevos de coronavirus y siete fallecimientos más con respecto a la última actualización.

Por su parte, Murcia registró un fallecido por COVID-19 en la jornada del viernes, así como 67 nuevos casos. En Euskadi, el viernes se realizaron 11.349 pruebas diagnósticas con 769 resultados positivos.

Cantabria, a su vez, ha notificado 112 casos nuevos y ningún fallecido en la última jornada. La Xunta de Galicia -donde se ha confirmado este sábado la presencia de la variante india en el barco en cuarentena en Vigo- ha registrado 191 nuevos contagios y dos fallecidos.

Entretanto, se han detectado 160 nuevos casos de COVID-19 en Navarra, donde este viernes fallecía una persona. Castilla y León ha registrado 333 nuevos casos y dos fallecidos, mientras que Aragón ha notificado 417 nuevos contagios, la cifra más alta desde el 9 de febrero, aunque no suma ningún fallecido en las últimas 24 horas.

Cataluña, por su parte, ha notificado 1.768 positivos y 15 fallecidos más por COVID-19, mientras el riesgo de rebrote se estabiliza en 291 en este territorio. Canarias ha registrado 131 nuevos casos en las últimas 24 horas, pero no se ha notificado ningún nuevo fallecimiento por coronavirus en el archipiélago.