El día 14 llegó el acuerdo. Se ha conseguido gracias al trabajo de Teresa Ribera. Ella ha liderado las negociaciones después de que la presidencia chilena le cediera el testigo, incapaz de avanzar. Sólo entonces se cerraba un pacto que ha tenido que equilibrar la ambición que pedían los europeos con las reticencias de los países más contaminantes.

"Se ha conseguido ese compromiso a reforzar la acción climática formalmente a partir de 2020", afirma la ministra española. Los países deberán presentar el año que viene planes mas ambiciosos de reducción de emisiones, pero no concreta el alcance de ese recorte. Es lo que reprochan las ONG: "Estamos a punto de caernos por el precipicio u no hemos aprovechado la oportunidad de dar marcha atrás. Simplemente se ha pisado el freno en el último segundo".

El acuerdo establece que los países tendrán que presentar el año que viene planes más ambiciosos de reducción de emisiones. Sin embargo NO concreta el alcance de ese recorte. Es lo que reprochan las ONG: "Estamos a punto de caernos por el precipicio u no hemos aprovechado la oportunidad de dar marcha atrás. Simplemente se ha pisado el freno en el último segundo"

Queda pendiente para los próximos meses el mercado de emisiones de carbono. No había consenso para regular de forma estricta la compraventa de esos derechos para contaminar y evitar trampas. Así que, dicen los ecologistas, mejor hablarlo más adelante: "Mejor que se aplace al año que viene a que se cerrase mal, sin salvaguardas".

El texto reconoce también que es la Ciencia la que debe guiar la lucha contra la emergencia climática y que debemos acercarnos al objetivo de limitar el aumento de temperatura a sólo un grado y medio. De la COP sale también compromisos concretos de los 27. "La UE ha dicho que neutralidad de carbono en 2050 u 100.000 millones sobre la mesa", explican.