El expresidente de Estados Unidos Donald Trump tendrá que pagar una multa de más de 350 millones de dólares (unos 324 millones de euros) por varios casos de fraude en su empresa familiar, la Organización Trump, según falló este viernes un juez en Nueva York.

El magistrado Arthur Engoron limitó también la capacidad del exmandatario de hacer negocios en el estado durante los próximos tres años.

El expresidente ha asegurado que esta multa es "ilegal y antiamericana", además de "un absoluto FRAUDE" y ha confirmado que apelará la decisión judicial. En su red social, Truth Social, Trump sostuvo su ya conocida acusación de que "el sistema de Justicia del estado de Nueva York, y de todo Estados Unidos, está bajo asalto de jueces partidistas, engañados y sesgados", ya que "los radicales hacen todo lo que pueden" por expulsarlo.

Luego, en una breve comparecencia ante los periodistas apostados frente a Mar-a-Lago, su residencia en el sur de Florida, el exmandatario confirmó que apelará la decisión judicial y confió en que tendrá éxito. En Palm Beach reiteró la acusación que lanzó en su red social contra la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James (demócrata y de raza negra), a la que tilda de "corrupta y racista, obsesionada durante años con 'atrapar a Trump'", y afirma que ella utilizó al juez Arthur Engoron para montar un proceso "contra mí, mi familia y mis tremendos negocios".

La multa se divide en varios cargos a Trump y a sus empresas (por un valor conjunto de 355 millones de dólares, unos 329 millones de euros), a sus dos hijos mayores (4 millones de dólares a cada uno, unos 3,7 millones de euros), y a un antiguo ejecutivo de la compañía (un millón de dólares, unos 928.000 euros), todos ellos acusados por la Fiscalía de inflar cifras de activos para lograr ventajas con aseguradoras y bancos.

El magistrado destaca "su completa falta de arrepentimiento"

Engoron ya los había considerado a todos ellos responsables de fraude en una decisión sumaria, antes de que comenzara el juicio civil. "Su completa falta de arrepentimiento y remordimiento raya en lo patológico", llegó a escribir el magistrado en su decisión.

La Fiscalía del estado de Nueva York, liderada por la fiscal Letitia James, reclamaba que a Trump y a los dos ejecutivos acusados, Allen Weisselberg y Jeffrey McConey, se les impidiera "de por vida" participar en el sector inmobiliario o ejercer la dirección de "cualquier empresa o entidad legal" en el estado de Nueva York.

Finalmente, Engoron decretó que Weisselberg y McConney no puedan tener nunca el control financiero de ninguna compañía de cualquier clase en Nueva York, y que Trump (además de los dos ejecutivos) no pueda ejercer como director de ninguna empresa o entidad legal durante tres años en el estado, o pedir préstamos de ninguna entidad registrada en Nueva York en el mismo período.

Esto tendrá efectos inmediatos, por ejemplo, en la Torre Trump, un complejo de hotel, restaurantes y galerías comerciales situada en la icónica Quinta Avenida neoyorquina.

Sin embargo, el juez decidió no ratificar la liquidación de las empresas del exmandatario que ordenó antes de que comenzara el juicio (esa decisión fue pausada entonces por un tribunal de apelaciones).

El veredicto estaba previsto para finales de enero

El veredicto, muy esperado por los medios en Estados Unidos, se demoró durante más de una semana, ya que estaba previsto que se conociera a finales de enero.

El juicio duró unos dos meses, y en él se dirimieron seis cargos relacionados con la manipulación de cifras de activos en los documentos financieros de la Organización Trump para obtener ventajas con aseguradoras y bancos.