Según recoge un informe publicado por Amnistía Internacional la violación y la tortura a punta de pistola "se han convertido en prácticas habituales de la policía de República Dominicana con las trabajadoras sexuales".

El estudio 'Si ellos pueden tenerla, por qué uno no?' incluye las historias que narran 46 prostitutas. Muchas de ellas han sufrido violencia machista en diferentes formas. Algunas mujeres cisgénero confiesan haber sufrido violaciones a punta de pistola y numerosas mujeres transgénero denuncian que les han "quemado sus pelucas o que les han obligado a limpiar celdas llenas de excrementos".

Así, Amnistía Internacional señala que estos abusos se emplean para ejercer "control social" sobre las mujeres y para "castigarlas por transgredir las normas sobre sexualidad y feminidad". El país cuenta con una de las tasas más altas de feminicidio de la zona, según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la ONU que registró en 2017 más de 100 asesinatos machistas.

Las historias que relatan las mujeres son duras. "Me subieron a la camioneta policial y, al ver la zona despejada, empezaron a sobarme, me rompieron la blusa. Uno detrás de otro", narra una de ellas. Y continúa: "Tuve que dejar que hicieran lo que quisieran conmigo. Si no lo hacía, me iban a matar".

Amnistía Internacional señala que "la impunidad por la tortura sexual es lo habitual en el país", y que las autoridades no recogen datos sobre el problema. Cuando las mujeres dan el paso y denuncian, aseguran que no les hacen caso: "Si vas a denunciar, te tratan como una puta".