Rosa Felipe, de 41 años y técnica de la unidad de electroencefalografía del Hospital Jackson Memorial de Miami (Estados Unidos), ha recibido el alta médica tras pasar nueve meses ingresada por coronavirus, dos de ellos intubada en la Unidad de Cuidados Intensivos.
"Soy un milagro andante", ha dicho la enfermera tras salir del hospital en el que trabaja desde hace 15 años. Rosa Felipe, que padece asma y diabetes, contrajo el virus en marzo y acabó intubada por las complicaciones que le provocó el COVID-19. En la UCI recibió un tratamiento para suplir sus funciones pulmonares y cardíacas. Además, los dedos de su mano derecha se necrosaron, y es probable que acabe perdiendo las yemas de los dedos.
"Los efectos son reales. Pero lo que es más real es el amor que he recibido aquí, la dedicación de mis médicos y del personal aquí. No creo que hubiera llegado tan lejos si no hubiera estado en este centro", ha agradecido la mujer tras su alta hospitalaria.
A pesar de las dificultades iniciales, Rosa Felipe ya recibió el alta en junio, pero tuvo que regresar de inmediato al hospital por una úlcera sangrante que le empezó a generar septicemia. Desde entonces, había permanecido ingresada en este hospital de la ciudad de Florida mientras se recuperaba.
Desde que comenzó la pandemia, 286.117 personas han perdido la vida en Estados Unidos por el COVID-19, según datos actualizados este pasado martes por la Universidad Johns Hopkins.