La celebración de la cumbre fue acordada el pasado domingo en contactos telefónicos mantenidos por los cuatro líderes que asistirán: Putin, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, el francés, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Kiev y Occidente acusan a Rusia de apoyar a los separatistas prorrusos sublevados en Donetsk y Lugansk con armamento e incluso con tropas regulares, algo que Moscú niega de manera terminante.
Anoche, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, anunció su intención de acudir a Minsk, pese a que ayer se vivió una nueva jornada de violencia en la rebelde región de Donetsk, donde un bombardeo con misiles, atribuido por Kiev a los separatistas prorrusos, causó la muerte a quince personas y heridas a casi 70 en la ciudad de Kramatorsk.
El presidente de Francia, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, acordaron esta mañana viajar a la capital bielorrusa para tratar de buscar una solución a la crisis ucraniana, después de mantener una conversación telefónica, según informó el Elíseo. Los funcionarios del Grupo de Contacto (Kiev, separatistas, y los mediadores rusos y de la OSCE) celebraron ayer una primera reunión para preparar el terreno a los líderes, y debían volver a reunirse esta mañana para continuar las negociaciones.