La tensión es máxima: grupos de extrema derecha se manifiestan por segundo día consecutivo y sin autorización en la ciudad alemana de Chemnitz. Allí lanzan bengalas, petardos, botellas y la Policía se ve obligada a intervenir.

Se producen las primeras detenciones y varias personas resultan heridas tras los enfrentamientos, según la Policía. Según el Ministerio del Interior, han sido cerca de 6.000 neonazis los que este lunes han tomado las calles de esta ciudad alemana para continuar con las protestas por la muerte de un joven alemán a manos, supuestamente, de un iraquí y un sirio, ya detenidos.

El domingo unas 800 personas salieron a las calles, según cuentan testigos, a la caza del inmigrante y se producían también enfrentamientos con la Policía.

El Gobierno de Merkel ha calificado la situación de "intolerable incitación xenófoba". Todo lo contrario que el partido ultraderechista Alternativa para Alemania, uno de los organizadores de la movilización.

Este partido fue, precisamente, el más votado aquí, feudo de la extrema derecha, en el que también nació el movimiento xenófobo e islamófobo 'Pegida'. Ahora la Policía investiga estos saludos nazis propios de otro tiempo.