El papa Francisco ha aprobado una reforma del código penal de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano que contempla, entre otras, la introducción del delito de tortura y una amplia y mayor definición de los delitos contra menores, entre ellos la pornografía infantil y el abuso de menores.

Con esta reforma, aprobada a través de un "Motu Proprio", es decir, en un documento papal, el Papa Francisco prosigue la puesta al día del ordenamiento jurídico en la línea ya comenzada en 2010 por el papa Benedicto XVI, según ha informado el vaticano.