El papa Francisco ha ordenado el estudio del papel que tenían en la iglesia primitiva las diaconisas, una figura que desapareció con el paso del tiempo. Tras "una intensa oración y madura reflexión", el papa ha decidido crear una comisión, presidida por el obispo español Luis Francisco Ladarria Ferrer, según ha anunciado la Santa Sede en un comunicado.
La comisión estará compuesta por 12 miembros, la mitad mujeres, y todos ellos religiosos y estudiosos como el docente de la madrileña Universidad Pontificia de Comillas Santiago Madrigal. Su objetivo será arrojar luz sobre la cuestión del diaconado femenino, "sobre todo en relación con los primeros tiempos de la iglesia", según el documento oficial. "Es una posibilidad a día de hoy", ya había afirmado el papa hace unos meses.
El diaconado es el grado de consagración anterior al del sacerdocio y, previa ordenación, otorga la potestad de administrar algunos sacramentos como el bautismo y el matrimonio, una función de la que actualmente están excluidas las mujeres en la iglesia católica. Según el Concilio Vaticano II (1962-1965), las funciones litúrgicas y pastorales del diácono son la de "administrar solemnemente el bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la iglesia, llevar el viático a los moribundos y leer la Sagrada Escritura a los fieles".
También puede "instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y la oración de los fieles, administrar los sacramentales y presidir el rito de los funerales y sepultura". El apóstol Pablo, en sus epístolas, narraba que en los primeros años de la iglesia, tanto la occidental como la oriental, existían las diaconisas, aunque su función real no está del todo clara. El pontífice ha pedido en varias ocasiones que no se conjeture sobre una posible ordenación de las mujeres en la iglesia católica, donde su ámbito de actuación se limita actualmente a las órdenes religiosas o algunas formas de laicado.
Tal es así que, en el vuelo desde Yereván a Roma, manifestó su enfado a los periodistas que lo acompañaban, puntualizándoles que la creación de una comisión sobre las diaconisas no implicaría abrir la puerta a una hipotética ordenación de las mujeres. El papa Francisco ha subrayado en múltiples ocasiones el valor de la mujer, cuya función dentro de la iglesia "no es tan importante como su pensamiento". "La mujer piensa de modo distinto a nosotros, los hombres, y no se puede tomar una decisión buena y justa sin escuchar a las mujeres", destacó en otro momento.