Rusia ha anunciado una "ofensiva final" contra Mariúpol, una de las ciudades clave en la invasión de Ucrania.
El ejército del Kremlin señala que ya ha dado suficientes oportunidades a los militares ucranianos para que abandonen las armas y se retiren de la zona y su intención es lanzar un "ataque final" contra esta ciudad, asediada casi desde que comenzó la guerra el pasado 24 de febrero.
"Hemos informado a Kiev en reiteradas ocasiones y por todos los canales accesibles de las propuestas sobre la posibilidad de retirarse de Mariúpol de las unidades de las Fuerzas Armadas ucranianas que depongan las armas", ha apuntado el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia.
Los datos que nos llegan de esta ciudad son dramáticos. Según el alcalde, hay unos 5.000 muertos y más de 100.000 personas continúan atrapadas. Los civiles no tienen acceso a los servicios básicos, como la luz, el agua o la calefacción, ni a alimentos porque la ayuda humanitaria no logra llegar.
El alcalde denuncia que las tropas rusas han comenzado a operar con crematorios para hacer desaparecer las "huellas de sus crímenes"
El alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, ha denunciado que las tropas rusas que mantienen cercada la ciudad "están tratando de tapar sus huellas" y han comenzado a operar con crematorios móviles para hacer desaparecer las "huellas de sus crímenes". En un mensaje en su canal de Telegram, el primer edil ha manifestado que "después del genocidio generalizado , los principales líderes de Rusia han ordenado la destrucción de cualquier prueba de los crímenes cometidos por su ejército en Mariúpol".
El alcalde también ha apuntado que cree que Rusia no tiene "ninguna prisa" por autorizar alguna operación humanitaria que logre evacuar por completo la ciudad y se está ocupando de silenciar a los testigos potenciales de las atrocidades que se están cometiendo. Además, ha acusado a los rusos de "reclutar a terroristas locales" y miembros de brigadas especiales para que les apoyen en estos cometidos.
La OTAN alerta de una nueva ofensiva contra el Donbás
Por otro lado, la OTAN cree que Rusia va a realizar una "gran nueva ofensiva" contra el Donbás, al este de Ucrania, una vez se retire de los alrededores de Kiev y reagrupe todas sus fuerzas en la zona oriental del país.
Así lo ha trasladado el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, durante una rueda de prensa previa a la reunión de ministros de Exteriores que se celebrará este miércoles. "En las próximas semanas, esperamos un impulso adicional de Rusia en el este y sur de Ucrania, para intentar tomar todo el Donbás y crear una conexión por tierra con la Crimea ocupada", ha apuntado.
Por ello, ha dicho, es "extremadamente importante que los aliados de la OTAN proporcionen apoyo" a Ucrania, de modo que "seamos capaces de rearmar y reabastecer a las fuerzas ucranianas". Así las cosas, los aliados enviarán apoyo adicional, como armas antitanque, sistemas de defensa aéreos y "otros equipamientos".
Stoltenberg también espera que también se tome la determinación de "hacer más por los otros socios de la OTAN, que son vulnerables a las amenazas e interferencias rusas, incluidos Georgia y Bosnia-Herzegovina". "Una lección aprendida de Ucrania es que es mejor proporcionar apoyo más pronto que tarde", ha manifestado.
Lo que no harán, según sus declaraciones, es enviar tropas de la alianza a Ucrania ni aviones de la OTAN a su espacio aéreo. Algo en lo que han venido insistiendo desde que comenzó la invasión, el pasado 24 de febrero.
"Es una nueva fase de la guerra"
El secretario general de la Alianza considera que ahora se está viendo "una nueva fase de la guerra" porque Putin no ha logrado hacerse con Kiev, que era su principal objetivo. "Rusia está retirándose no solo de Kiev y de la mayor parte del norte, y reduciendo de forma significativa su presencia allí, porque han fracasado. Putin no ha conseguido los objetivos que fijó para esta operación militar", ha agregado al respecto. Por eso, ha señalado, Moscú está moviendo sus ropas del norte de Ucrania a Bielorrusia y hacia el este.
"Lo que esperamos es una nueva ofensiva rusa muy concentrada en el Donbás para intentar ocupar, tomar, todo el Donbás. Esa es también la misma área en la que Ucrania tiene la mayoría de sus fuerzas armadas. Esta concentración militar (rusa) llevará un tiempo, el reposicionamiento de las tropas rusas llevará un tiempo, algunas semanas, pero tras eso, tememos que podemos ver una gran ofensiva rusa en el Donbás para tomarlo", ha expuesto.
La reunión de ministros comenzará este miércoles con una cena en la que los aliados debatirán el nuevo concepto estratégico de la OTAN, un documento que describe el propósito de la Alianza, que no se ha revisado desde 2010 y que se espera actualizar en la cumbre de líderes de Madrid en junio. La nueva versión tendrá que abordar el nuevo escenario geopolítico tras la invasión de Ucrania.
El jueves, los ministros de la OTAN se entrevistarán con sus homólogos de Finlandia, Suecia, Georgia, Australia, Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Ucrania, así como con la Unión Europea; y a continuación se volverán a reunir a solas para seguir tratando de Ucrania. "En un momento en el que las potencias autoritarias están haciendo retroceder el orden internacional basado en normas, es incluso más importante para las democracias permanecer unidas y proteger nuestros valores, así que espero que acordemos profundizar en la cooperación de la OTAN con los socios de Asía-Pacífico", ha apuntado Stoltenberg.
El encuentro tiene lugar tras la aparición de imágenes sobre la masacre contra civiles en Bucha, lo que ha calificado de "crimen de guerra". "Fijar como objetivo y asesinar civiles es un crimen de guerra. Todos los hechos deben establecerse y todos aquellos responsables por estas atrocidades deben ser llevados ante la justicia", ha sentenciado, asegurando que los aliados de la OTAN están apoyando las investigaciones.
Preguntado por si la OTAN está convencida de que Rusia es responsable de la matanza, Stoltenberg recalcó que la masacre ha tenido lugar mientras Rusia controlaba esas áreas. "Tenemos información de muchas fuentes diferentes y también de fuentes abiertas, de medios de comunicación, de satélites comerciales, y todas están contando la misma historia: que ha habido atrocidades brutales cometidas en muchos lugares diferentes en Ucrania y que han tenido lugar durante un periodo en el que Rusia controlaba estos territorios".
"Me temo que veremos más ejemplos de matanzas de civiles, más ejemplos de atrocidades y más ejemplos de fijar como objetivos y matar civiles, que son crímenes de guerra", ha anticipado. Así, ha dicho que teme que cuando se retiren las tropas rusas se vean "más fosas comunes, más atrocidades y más ejemplos de crímenes de guerra", de las que ha responsabilizado a Putin.