El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, ha muerto este viernes de manera repentina en la prisión árticaen la que se encontraba desde diciembre pasado, según informaron los servicios penitenciarios de Rusia. "Se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos de urgencias constataron la muerte del condenado. Se están estableciendo las causas del fallecimiento", ha señalado el comunicado oficial sobre el deceso de Navalni, de 47 años.

Las fuentes han explicado que este viernes después de dar un paseo en la penitenciaría IK-3 de la localidad de Jarp (distrito autónomo Yamalo-Nénets) el político opositor "se sintió mal", tras lo que "perdió el conocimiento". Así, ha destacado que los equipos médicos de urgencia acudieron de inmediato a la prisión para atender a Navalni, que cumplía casi 30 años de cárcel por diversos delitos.

Seguidamente, los servicios penitenciarios anunciaron el envío de una comisión de funcionarios de prisiones y médicos de su aparato central en Moscú para esclarecer las causas y circunstancias que rodearon el fallecimiento del reo. La portavoz de Navalni, Kira Yarmish, ha asegurado que los correligionarios del opositor no tienen aún confirmación del deceso y que su abogado partirá en breve hacia Yamalo-Nénets.

La mujer de Navalni pide consecuencias para Putin

Yulia Navalnaya, mujer de Alexei Navalni, se encontraba en una conferencia de seguridad en Múnich cuando ha recibido la noticia, que no podía creer. Navalnaya ha declarado ante los medios que, de confirmarse, está claro quién ha sido: "Si es cierto, quiero que Putin, sus amigos, su gobierno y todos los que le rodean sepan que serán los responsables de lo que le hicieron a nuestro país, a mi familia y mi marido; y ese día llegará muy pronto".

Varios detenidos en el homenaje al opositor

Tras la noticia de su muerte, cientos de seguidores han rendido homenaje a Alexéi Navalni con mucho valor, ya que honran al líder opositor en el núcleo de poder de Putin. Tal y como se puede ver en el vídeo principal que acompaña a la noticia, los seguidores han hecho cola en mitad del frío y depositando flores en un monumento que es, precisamente, un tributo a los asesinados por la brutalidad policial de la KGB, el antiguo servicio de inteligencia ruso. Allí, la Policía rusa ha detenido a varias personas.

Navalni, enemigo número uno de Putin

En diciembre pasado, Navalni fue trasladado desde una cárcel en la región de Vladímir, a menos de 200 kilómetros de Moscú, hasta una prisión en el círculo polar Ártico, cerca de la cordillera de los Urales. La localidad de Jarp, que tiene unos 6.000 habitantes, se encuentra a casi 2.000 kilómetros de Moscú o unas 45 horas en tren desde la capital rusa. Jarp está a menos de 50 kilómetros de Salejard, la capital administrativa de este territorio que tiene una superficie mayor que la de Francia, pero que está poblado por solo medio millón de habitantes.

Según uno de sus colaboradores en el exilio, Iván Zhdánov, la cárcel lleva el nombre de "Lobo polar" y es considerada una de las prisiones más lejanas de la civilización de toda Rusia. Navalni, que regresó a Rusia en 2021 tras ser envenenado el año anterior, según sus aliados, por el Servicio Federal de Seguridad, fue trasladado tras anunciar una campaña contra la reelección del presidente ruso, Vladimir Putin, en el poder desde el año 2000.

El proceso del traslado a otra prisión, conocido como "etapirovanie", puede prolongarse durante semanas, tiempo en el que el recluso suele estar incomunicado. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea (UE) o Amnistía Internacional (AI) expresaron su inquietud por la suerte de Navalni, enemigo número uno del Kremlin.

El pasado 7 de diciembre, Navalni pidió desde la cárcel votar contra Putin en las elecciones del 17 de marzo de 2024. Navalni también anunció la puesta en marcha de una página web (neputin.org) que pedía a los rusos apoyar a cualquier candidato a la presidencia, salvo a Putin.