En su conversación telefónica, los dos líderes coincidieron en la importancia de calmar las tensiones entre Turquía y Rusia, así como de "buscar mecanismos para asegurar que este tipo de incidentes no vuelvan a ocurrir", detalló la Casa Blanca en un comunicado. Además, Obama y Erdogan reiteraron su "compromiso compartido" para "degradar y en última instancia destruir" a Daesh.
En una conferencia de prensa conjunta con su homólogo francés, François Hollande, en la Casa Blanca, Obama afirmó que Turquía, "como todo país soberano, tiene derecho a defender su territorio y su espacio aéreo".
Al referirse al derribo del avión ruso por parte de cazas turcos en la frontera sirio-turca, Obama dijo que eso revela "un problema con las operaciones rusas" en Siria, e instó a Moscú y Ankara a conversar para prevenir "una escalada" de las tensiones.
Obama señaló durante esa conferencia que todavía no tenía la información para confirmar si el incidente se produjo tras una violación del espacio aéreo turco por parte del avión ruso, como denuncia Ankara.
"Lo que sí creo es que esto apunta a un problema con las operaciones rusas que ya lleva un tiempo", añadió Obama, al precisar que los aviones "operan muy cerca de la frontera turca" y despliegan ataques contra miembros de la "oposición moderada" al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.
Turquía informó a la ONU de que dos aviones militares tipo Su-24 violaron su espacio aéreo durante 17 segundos antes de que sus cazas derribaran uno de ellos. Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, acusó a Turquía de ser "cómplice del terrorismo" por derribar el Su-24 y advirtió de que "este trágico acontecimiento tendrá graves consecuencias para las relaciones ruso-turcas".