El ataque ocurrió cuando el suicida hizo explotar las bombas que portaba cerca del vehículo diplomático en el este de la capital del país asiático, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Interior afgano. La Embajada de Reino Unido en Kabul informó de que uno de sus vehículos fue atacado y que un "gran número" de empleados de la legación diplomática han resultado heridos, pero no confirmó la muerte de uno de sus ciudadanos.
El portavoz talibán Zabihulá Muyahid reivindicó en Twitter la autoría de un atentado dirigido contra "los invasores extranjeros" y afirmó que una docena de extranjeros murieron en el ataque suicida, aunque los insurgentes suelen ofrecer datos erróneos sobre las consecuencias de sus acciones.
Este incidente llega tres días después de la muerte de dos soldados estadounidenses en un ataque insurgente y después de que el fin de semana murieran 61 civiles en atentado suicida en un partido de voleibol en el este del país.
Los ataques suicidas son, junto a los artefactos explosivos improvisados, los métodos más recurrentes de los talibanes para atacar a las fuerzas afganas e internacionales y en la práctica causan un elevado número de víctimas civiles.
Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas después de que el año pasado las fuerzas locales se hicieran responsables de la seguridad tras la retirada paulatina de la ISAF, que culminará a finales de 2014. No obstante, la OTAN ha anunciado que mantendrá en el país unos 2.700 militares a partir de 2015, mientras que Estados Unidos desplegará sobre el terreno alrededor de 9.800 soldados hasta el 2024.