El ministro de Exteriores británico James Cleverly ha recibido un aluvión de críticas tras afirmar en pronunciar pedir en una intervención en la radio LBC que los aficionados de fútbol que pertenezcan a la comunidad LGTBI "sean respetuosos con el país anfitrión" durante el mundial de fútbol de Qatar.

"Hablé con las autoridades de Qatar en el pasado sobre los aficionados homosexuales del futbol que van a ver el Mundial y sobre la forma en que van a tratar a nuestros aficionados y a los aficionados internacionales. Ellos quieren asegurarse de que los fanáticos del futbol estén a salvo, seguros y se diviertan. Y saben que eso significa que van a tener que llegar a algunos compromisos en términos de lo que supone un país islámico que tiene un conjunto de normas culturales muy diferentes a las nuestras", ha aseverado el ministro.

Así, el máximo representante de la diplomacia británica añadía que "con un poco de flexibilidad y compromiso por las dos partes, se puede tener un Mundial apasionante". Declaraciones que no tardaban en ser matizadas por el líder del Partido Conservador. Sin embargo, algunas organizaciones pro-derechos LGTBI ya criticaban con dureza que Cleverly "insinúe que una medida de seguridad aceptable sea ser menos queer".

Las polémicas de Rishi Sunak

Rishi Sunak siempre ha sido una figura polémica en Reino Unido. En una entrevista con 21 años afirmó que en su círculo de amigos no había personas de clase trabajadora y sus políticas han sido calificadas de elitistas en numerosas ocasiones.

Cuando era ministro de Economía, Sunak anunció una rebaja en el precio de los carburantes tras dispararse su coste por la invasión de Ucrania con un vídeo en el que llenaba el depósito de un modelo utilitario. Sin embargo, cuando le preguntaron en el Parlamento, reconoció que el vehículo se lo habían prestado y que él en realidad tiene un Golf. Además de este, Sunak tiene otros tres coches de alta gama.

Sunak también estuvo presente en las famosas fiestas clandestinas que organizó Boris Johnson en pleno confinamiento por el COVID-19. Entre sus medidas más polémicas, figura un 50% de descuento para comer en restaurantes en lo peor de la pandemia, cuyo objetivo era impulsar la economía. Sin embargo, muchos lo consideraron un 'regalo' para los más pudientes.