El cortejo fúnebre de Chávez, fallecido a los 58 años a raíz de un cáncer, fue acompañado por miles de personas que se apostaron a lo largo de los 6,3 kilómetros de un recorrido que empleó más de cinco horas y lo encabezaron el vicepresidente, Nicolás Maduro, y el presidente de Bolivia, Evo Morales.

El traslado desde el Hospital Militar de Caracas, adonde fue llevado el jefe de Estado el 18 de febrero a su retorno de Cuba tras permanecer internado más de dos meses en la isla, fue trasmitido obligatoriamente por las emisoras de radio y televisión. Miles de venezolanos lloraron frente a los televisores y al paso del féretro, como inicialmente lo hizo de manera desconsolada la madre de Chávez, Elena de Chávez, a la salida del hospital.

Escoltado también por miembros de la Guardia de Honor Presidencial, el coche fúnebre con el féretro de Chávez cubierto con la bandera de Venezuela avanzó por las calles del centro de Caracas de forma ceremoniosa, entre una sentida marea roja que le mandó besos y le prometió fidelidad y amor eterno bajo un sol inclemente. Las muestras de pesar, que no pudieron disimular ni los efectivos militares que resguardaban la seguridad de los ciudadanos ni los propios ministros, contrastó con la música llanera, las fanfarrias y canciones de batalla que no dejaron de sonar en este día triste.

El rojo del chavismo se confundió en esta jornada con banderas de ese mismo color y de Venezuela, así como con afiches, fotografías de Chávez y distintos carteles que exhibían en honor del líder de la revolución bolivariana sus seguidores.

Antes de llegar a la Academia, el vehículo atravesó en su último tramo el paseo de Los Próceres, que forma parte del complejo Fuerte Tiuna, donde también está la Academia Militar. Los actos fúnebres arrancaron con el retumbar cada hora de los cañones en todos los destacamentos y embarcaciones militares, desde que en la mañana de fueran disparadas 21 salvas en memoria del comandante en jefe, cargo castrense reservado al jefe del Estado.

"No se harán toques (militares) fúnebres" y, a cambio, a Chávez, que antes de ocupar la Presidencia llegó a teniente coronel en el Ejército, "se le rendirán honores con los toques militares que en vida lo llenaban de fortaleza y le incentivaban el espíritu por la patria", anunció el ministro de Defensa, almirante Diego Molero.

El diputado y ex acalde caraqueño Freddy Bernal propuso que por la "altura política" y "consagración a la patria" debe ser sepultado en el Panteón Nacional, en el centro de Caracas, donde se encuentra la tumba del Libertador Simón Bolívar y otros próceres.

La posibilidad fue secundada por el ministro de Defensa, quien coincidió con Bernal en que su concreción constituiría una excepción a lo que permite la Constitución. La Carta Magna establece que la posibilidad de tal honor está reservada a "venezolanos y venezolanas ilustres que hayan prestado servicios eminentes a la República después de transcurridos 25 años de su fallecimiento".

El ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, dijo que el funeral de Estado previsto para el viernes contará con la presencia de varios mandatarios. "Una Venezuela con presidentes amigos y aliados por todo el mundo, una Venezuela respetada y querida por la totalidad de los pueblos del mundo y por casi la totalidad de los presidentes de los Gobiernos del mundo es otro legado que nos deja el presidente Chávez", sostuvo el jefe de la diplomacia venezolana.

Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; Uruguay, José Mujica, y Bolivia, Evo Morales, fueron los primeros en llegar a Venezuela para asistir a las exequias. Al comentar la situación en el país, el comandante del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), general Wilmer Barrientos, confirmó que "hay paz en todo el territorio nacional" e indicó que "no se ha reportado ningún hecho de violencia".