Salta por los aires el delicado proceso de paz entre Israel y Palestina con un baño de sangre y con una venganza jurada. Dos milicianos palestinos han asesinado a tiros a cuatro israelíes y han herido a otros ocho cuando rezaban en una sinagoga. Es el peor atentado en seis años y Netanyahu ha jurado venganza contra Hamás y Al Fatá.