La primera ministra británica, Theresa May, recalcó su negativa a convocar un segundo referéndum del 'Brexit' y criticó a uno de sus predecesores al frente del Gobierno, el laborista Tony Blair, por apoyar esa opción.

"Tratar de minar nuestras negociaciones defendiendo un segundo referéndum es un insulto al cargo que una vez ocupó y a las personas que sirvió", afirmó May en un comunicado sobre el exmandatario, que abogó por aplazar la ruptura con la Unión Europea y celebrar otra consulta.

El diario 'The Sunday Times' revela sin embargo que altos cargos del gabinete del Gobierno han comenzado a elaborar planes para organizar un referéndum si el acuerdo al que han llegado Londres y Bruselas no recibe la aprobación del Parlamento.

La primera ministra, que aún confía en lograr "garantías adicionales" de la Unión Europea que faciliten la ratificación del pacto, aseguró que no eludirá la "responsabilidad" de cumplir con el mandato de la consulta de junio de 2016, en la que el 51,9% de los votantes optó por abandonar la UE.

"Demasiadas personas quieren subvertir este proceso por sus propios intereses políticos, en lugar de actuar por el interés nacional", sostuvo May, que insistió en que el Parlamento "tiene el deber democrático de cumplir con aquello por lo que votaron los británicos".