Este brote de ébola es el peor de la historia, duplica en número de muertos e infectados al peor que se había dado cuando apareció el virus en 1976. Una situación que ha obligado a decretar el estado de emergencia por tres meses en Liberia. Allí y en Sierra Leona, los dos países más afectados de África Occidental, los médicos huyen y los militares vigilan los hospitales para que los infectados no se fuguen y propaguen el virus.