Pilar Sánchez, que vive en Alemania, hubiera querido volver a casa por Navidad, pero este año, tal y como ella misma señala, "es especial" y prefiere "no poner a nadie en riesgo". En la misma situación está Eduardo Martínez, que dice que "esta Navidad va a tocar pasarla en Bolivia", aunque le "hubiera gustado ir a España".

Además, el precio de las PCR en los países donde residen actualmente también ha sido un problema, por ejemplo, para Sonia, oriunda de Huesca que reside en Londres: "Cada test cuesta 150 libras, por lo que si tienes pareja o hijos ya tienes que pedir una hipoteca".

Las compañías aéreas exigen PCR y no permiten que se presenten los resultados de una prueba de antígenos, que es más económica. En este sentido, Marea Granate, que agrupa a migrantes españoles, denuncia los precios desorbitantes de las pruebas: "He visto una clínica privada que ofrece PCR por 480 euros", critica Berta Burguete, activista de Marea Granate.

También están los que han perdido sus vuelos porque no les han dado los resultados de la PCR a tiempo. Es el caso de Elena Macías, que perdió su vuelo de Copenhague a Barcelona. "Estaban tardando más de lo normal en dar los resultados y mi sorpresa fue que los resultados nunca llegaron", denuncia Macías. Sin embargo, no se trata de un caso aislado, ya que lo mismo le ha sucedido a Rebeca Ponce en Estados Unidos. "En ningún sitio me dan la garantía de darme el resultado antes del vuelo", señala la joven.

Estos españoles lamentan no poder este 2020 en su tierra para celebrar la Navidad. "Extrañamos mucho el abrazo de la familia y esa España querida", expresa Eliseo Rivero, residente en Uruguay, al igual que Fran Cantero, que vive en EEUU y dice que echa "muchísimo de menos el país, su cultura y tradiciones".

Pese a la distancia, las videollamadas permitirán ver y estar en contacto con las personas que más quieren. "Hasta mi madre de 78 años ha aprendido a hacerlas", expresa Raquel García, residente en Roma. Y es que una receta para sobrevivir a estas navidades es decir cuánto uno quiere a los suyos, y así hacer más corta la distancia.

Italia se confina durante la mayor parte de la Navidad

Precisamente, Italia ha impuesto nuevas y duras restricciones contra el coronavirus a las puertas de la Navidad, incluido un confinamiento casi total de todo el país que abarcará la mayor parte de las fiestas. Así, los días 24, 25, 26, 27 y 31 de diciembre, así como el 1, 2, 3, 5 y 6 de enero habrá un confinamiento parecido al de la pasada primavera: se prohíben los desplazamientos entre regiones y solo se podrá salir de casa por comprobadas necesidades de trabajo, de necesidad o de salud.

Consejos a la hora de viajar en el avión

Para aquellos que tengan que coger un avión para volver a casa por Navidad, es preferible elegir el asiento de la ventanilla, porque en el del pasillo estamos más expuestos al trasiego de personas. No obstante, cabe destacar que los aviones cuentan con filtros HEPA, que generan láminas de aire y te aíslan de forma bastante eficiente. Asimismo, es importante no moverse ni ir al baño, ni comer o beber durante el vuelo.

Además, tanto en el avión como en el autobús es preferible ir sentados en los primeros asientos -de esta manera entraremos los últimos y saldremos los primeros, minimizando el tiempo que permanezcamos en un entorno de riesgo- y lejos del baño. Y a la hora de elegir si se viaja en tren, avión o autobús, conviene considerar el tiempo que tarda cada uno: mientras menor duración del trayecto, mejor.

Al viajar en estos ambientes que no controlamos, se recomienda llevar una mascarilla filtrante FFP2, gel para la higiene de manos e incluso un spray desinfectante para rociar superficies, así como gafas protectoras para que las mucosas de los ojos no queden expuestas. Las gafas de motorista, son ideales para esto, ya que no dejan huecos en torno a los ojos.