El primer ministro de Italia, Guiseppe Conte, ha adelantado a través de sus redes sociales que tiene la "previsión razonable" de aplicar a partir del 4 de mayo un plan para rebajar las restricciones impuestas (y prorrogadas hasta el 3 de mayo) por la pandemia del coronavirus. Los fallecidos en el país son ya 24.648, y en las últimas 24 horas ha sufrido un repunte con 534 nuevas muertes, una cifra superior a la de los últimos tres días.

Conte ha señalado que es muy consciente de la preocupación de las empresas y de los ciudadanos por la necesidad de recuperar la normalidad, y aunque ha indicado que le gustaría volver a la normalidad lo antes posible, insiste en que la rebaja de las restricciones deben hacerse con responsabilidad y siempre siguiendo las recomendaciones de los expertos.

"Me gustaría poder decir: reabrimos todo. Rápido. Lo retomamos mañana por la mañana. Este Gobierno ha puesto en primer lugar la protección de la salud de los ciudadanos pero tampoco es insensible ante el objetivo de preservar la eficiencia del sistema productivo", ha afirmado a través de su cuenta de Facebook.

Así, el primer ministro italiano ha asegurado que sería "irresponsable" retirar todas las restricciones y ha hecho hincapié en que hay que una decisión así podría hacer que la curva de contagios volviera a aumentar y dejaría anulados "todos los esfuerzos" realizados en la lucha contra la Covid-19. Incluso ha comentado la posibilidad de que la felxibilización de las restricciones conlleve "el riesgo" de que vuelvan a aumentar los contagios.

Una medida nacional con "peculiaridades territoriales"

Conte ha señalado que el "programa" para la rebaja de las restricciones "tiene que tener una impronta nacional" porque debe contemplar una "reorganización" de las formas en que se trabaja, el transporte y las "nuevas reglas para las actividades comerciales". Aunque será un programa "nacional", tendrá también "peculiaridades territoriales" por las diferencias entre regiones en cuestiones como medios de transporte o camas en hospitales.

"Es muy fácil decir 'Abrimos todo' pero los buenos propósitos se traducen en la realidad de nuestro país teniendo en cuenta toda nuestras potencialidades pero también los límites que conocemos bien", ha afirmado el jefe del Gobierno italiano.