La directiva, propuesta por el ministro de Defensa, Moshe Yaalon, determina que los trabajadores palestinos tendrán que regresar a través del mismo punto de control que atravesaron en el camino de ida, según ha informado el diario israelí 'Haaretz'. Por otra parte, los conductores de los autobuses que cubren las líneas que conectan Israel y Cisjordania trabajarán durante periodos de tres meses, tras lo que pasarán un proceso de supervisión.
Hasta ahora, los trabajadores palestinos que entraban en Israel podían regresar a los Territorios Palestinos Ocupados a través de cualquiera de los puntos de control, por lo que las nuevas regulaciones implicarán que algunos de ellos tarden hasta dos horas más en completar el trayecto, según una varias ONG que planean apelar contra la nueva normativa. Durante los últimos años, el Comité de Colonos de Samaria, así como el residente del asentamiento de Ariel y parlamentario Oren Hazan, han llevado a cabo una dura campaña reclamando la segregación en los autobuses.
Hasta ahora, el director del Comando Central de Israel, Nitzan Alon, había rechazado que los trabajadores supongan un riesgo para la seguridad argumentando que, en caso de que quisieran llevar a cabo un ataque, lo harían una vez en Israel, y no en los autobuses de regreso a sus viviendas. Sin embargo, Yaalon afirmó que "no hace falta ser un experto en seguridad para saber que 20 árabes en un autobús con un conductor israelí y dos o tres pasajeros y un soldado es un escenario para un ataque".
Estaba previsto que el programa empezara a ser aplicado a finales de enero, si bien fue finalmente aplazado debido a problemas burocráticos en la Administración Civil, que se encargará de su puesta en marcha y supervisión.