La tensión aumenta entre Israel e Hizbulá. El Ejército israelí y las milicias libanesas han participado en continuos ataques este domingo en torno a la localidad israelí de Shtula. En concreto, Israel ha afirmado que se han registrado seis lanzamientos de misiles antitanques contra su territorio por parte de Hizbulá.

La escalada del conflicto se producía esta mañana, cuando un misil lanzado por Hizbulá contra la localidad israelí fronteriza de Shtula causaba un muerto y tres heridos. Poco después continuaban los lanzamientos contra un puesto militar israelí y contra un grupo de soldados que estaba operando en la frontera.

Tras el lanzamiento del primer misil, Israel declaraba zona cerrada una franja con una anchura de 4 kilómetros a lo largo de la frontera común, prohibiendo el acceso de civiles y limitando el movimiento a los habitantes de la zona. El Ejército israelí ordenaba, además, que todos aquellos civiles que vivieran en un área de hasta 2 kilómetros de la divisoria se refugiaran en lugares seguros.

La respuessta de Israel no tardaba en llegar. De acuerdo con la agencia oficial de noticias libanesa ANI y el canal Al Manar, afín a Hezbolá, los proyectiles israelíes, al menos una decena, han impactado en la localidad libanesa de Aita el Shaab, y otros fragmentos en la cercana población de Rmeich, sin que de momento se tenga constancia de víctimas.

"Tras el informe inicial sobre el disparo de misiles antitanque hacia un puesto militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a lo largo de la frontera libanesa, los soldados de las FDI están respondiendo actualmente con fuego de artillería en la dirección del lanzamiento", informaba la portavocía militar, que detalló que sus tropas también bombardearon un objetivo militar de la milicia chií Hizbulá.

Por su parte, Hizbulá, informaba de que "los muyahidines de la Resistencia Islámica" habían atacado con misiles teledirigidos un tanque Merkava en el puesto de Raheb (norte de Israel), "lo que llevó a que fuese alcanzado de forma directa y a que sus ocupantes murieran o resultaran heridos".

En la última semana, las fuerzas israelíes y Hizbulá se han enzarzado en ataques cruzados a través de la divisoria entre ambos países, zona en la que también se han producido algunas acciones reivindicadas por facciones palestinas presentes en el territorio libanés.

Estos episodios han dejado un total de al menos cuatro muertos en Israel y al menos 12 en Líbano, incluyendo tres civiles, cuatro miembros de Hizbulá y 5 miembros de milicias palestinas.

Este mismo domingo, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha avisado a las milicias libanesas de Hezbolá que su país no está interesando en intensificar las hostilidades en la frontera y "respetará" cualquier ejercicio de "contención" que decida efectuar el partido-milicia.

"No queremos una escalada. Tenemos una misión que cumplir, así que si Hezbolá elige tomar el camino de la guerra, pagará un precio muy alto. Muy alto", ha insistido Gallant durante una visita a un puesto militar israelí cerca de Gaza para afirmar más tarde que "si Hezbolá decide contenerse" lo "resperarán" dejarán las cosas "tal y como están".