Indonesia ya diseña su nueva capital, controvertida para ecologistas e indígenas, que se oponen a la creación de esta nueva ciudad. Nusancara tendrá una extensión del doble de Nueva York y, por tanto, implicará la deforestación de una de las selvas tropicales más grandes del mundo.

El motivo no es otro que la sustitución de su actual capital, Yakarta, que se está hundiendo. El 40% de la ciudad ya está bajo el mar y acabará sumergida completamente en 2050 por los efectos del cambio climático.

La anuncian como una gran ciudad moderna, una inmensa metrópoli que albergará las principales instituciones de Indonesia. A juicio de Javier Gil, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Comillas, "es una llamada internacional para un país que presenta su candidatura para ser clave en el sudeste asiático". "El país que en el año 2045 va a estar en el top 5 seguramente de grandes economías del mundo va a ser Indonesia", ha indicado el experto.

La ciudad, a más de 1.000 kilómetros de distancia de la actual capital, está en pleno proceso de construcción, mientras el cambio climático está aumentando el nivel del mar e intensificando las tormentas tropicales y las inundaciones que se prevé que acaben con Yakarta. A ello se suma una sobreexplotación de las aguas subterráneas.

Pedro Zorrilla Miras, portavoz de Cambio Climático en Greenpeace España, asegura que en la capital está sucediendo "lo que está sucediendo en muchas partes del mundo, entre ellas en España, que se extrae agua más rápido que lo que se rellena, por lo tanto, se va vaciando y eso hace que se hunda todavía más el terreno".

Además, el Gobierno de Indonesia está expulsando a pueblos indígenas de la zona y destruyendo uno de los bosques tropicales más importantes del país. "Se ha vendido, y es cierto, que esta ciudad va a ser una ciudad verde, que va a contar con trasnporte público, que se va a intentar que tenga emisiones cero. Pero bueno, ha sido tanto un objetivo real como también un objetivo de contra-marketing", ha expuesto Gil.

Los expertos plantean otras alternativas, como la de escoger otra ciudad ya existente y hacerla crecer de forma sostenible.