La francesa Florence Cassez dice que sufrió "un secuestro", que durante los siete años que permaneció en la cárcel en México fue una víctima y que para ayudar a las personas en esta situación lo que hay que hacer es "poner a los verdaderos culpables en prisión".
Cassez insistió en su inocencia en una rueda de prensa a su llegada al aeropuerto Charles de Gaulle de París, después de que la Corte Suprema mexicana decidiera su puesta en libertad. Florence cargó contra el anterior Gobierno mexicano, al subrayar que lo que más difícil le resultó durante el tiempo que pasó en prisión fue "la injusticia", más que las condiciones de detención.
Cassez, que será recibida en el Palacio del Elíseo por el presidente francés, François Hollande, y que en su comparecencia estaba acompañada de los ministros de Exteriores, Laurent Fabius, y Transportes, François Cuvillier, dijo que tenía "muchas ganas" de ver al anterior jefe del Estado, Nicolas Sarkozy, cuya ayuda "fue vital".
Preguntada sobre si tiene intención de volver a México, respondió que sí "para dar la cara" porque no tiene "nada que esconder". No obstante, a continuación puntualizó, sonriendo y mirando a su madre: "no sé si mis padres me dejarán ir".
Florence Cassez, quien llegó a México en marzo de 2003, estaba condenada a 60 años de prisión acusada de participar en una banda de secuestradores liderada por su novio, Israel Vallarta, a quien conoció en ese país.