Dos manifestantes han muerto en el centro de Kiev por disparos, según han informado medios locales, aunque la policía ucraniana ha negado que haya empleado armas de fuego en los enfrentamientos que prosiguen desde el domingo pasado.
La agencia Liga.novosti informó de que dos personas resultaron muertas por disparos de francotiradores en la calle Grushevski, junto a la sede del Gobierno y escenario de los últimos enfrentamientos. El canal de televisión local EspresoTV, citando a los organizadores de la protesta, había informado de la muerte de un manifestante, cuya identidad se desconoce.
El Ministerio del Interior de Ucrania ha confirmado que había un cadáver en un puesto de asistencia médica en la calle Grushevski, pero hasta ahora no ha confirmado una segunda víctima. Además, otro manifestante murió ayer en el hospital a consecuencia las graves lesiones que sufrió al caer desde el arquitrabe de la columnata, de trece metros de altura, de la entrada del estadio Lobanovski, a un costado de la calle Grushevski, según medios locales.
El primer ministro ucraniano, Nikolai Azárov, ha advertido de que "el Gobierno no permitirá ninguna anarquía y ningún caos en el país". El dirigente, en la reunión del Consejo de Ministros, llamó a los ciudadanos ucranianos a abandonar las calles y apoyar las políticas de las autoridades.
Azárov ha señalado que la oposición debe decidir si apoya las acciones violentas en Kiev o no. "Si no lo hace, debe llamar a los manifestantes a cesar los enfrentamientos. Si sí lo hace, entonces deberá asumir las consecuencias", agregó.