La emotiva campaña de la UE para llamar al voto joven en las elecciones europeas: "Nunca hay que dar por sentada la democracia"

"Recuerda siempre que la libertad y la democracia no siempre existieron aquí, y que podemos perderlas muy rápido". Es imposible no sobrecogerse ante un testimonio así, sobre todo cuando viene dado por personas que han sobrevivido a etapas tan duras como la Segunda Guerra Mundial o la represión en la Unión Soviética.

Y ese impacto sentimental es el que ha querido causar el Parlamento Europeo en su última campaña, la segunda ante las elecciones europeas del 6 al 9 junio, en la que destaca la importancia de votar y salvaguardar la democracia.

Bajo el eslogan "Usa tu voto. Si no, otros decidirán por ti", Bruselas ha desplegado, además del vídeo mostrado arriba, una serie de actos para los medios, divulgación digital, participación de socios públicos y privados, iniciativas de compromiso social y programas educativos.

"Nunca hay que dar por sentada la democracia. Siempre hay que apoyarla, y protegerla", apunta una voz en el vídeo, en el que se recogen testimonios de personas mayores de distintos países de la UE que relatan a las generaciones venideras sus experiencias. Algunas tan duras como el relato de la que una niña que vio morir a su madre tumbada encima de ella para protegerla: "Imagínate ver a tu madre morir para protegerte; eso no lo olvidas", señala una superviviente de la Segunda Guerra Mundial.

Una campaña centrada en el voto joven

Puede sonar a antiguo, pero el ascenso de la extrema derecha preocupa y mucho en el Parlamento Europeo, que ha centrado su campaña en llamar al voto joven.

La participación de los jóvenes en las elecciones europeas anteriores de junio de 2019 fue de un 41% en los menores de 25 años, casi diez puntos menos del 50,6% de la participación general en toda la Unión, o veinte del 61% de españoles que votaron. Algo menos de diferencia hubo en el segundo tramo de jóvenes europeos, comprendido entre los 25 y los 39 años, del que participó un 47%.

Y en estos tiempos de tanto impacto audiovisual, en la que es difícil captar la atención de los jóvenes, la UE ha tirado de abuelos para intentar tocar la fibra sensible. Que nadie decida por ellos, antes de que sea tarde.