Estados Unidos ha lanzado un nuevo ataque militar contra los rebeldes hutíes en Yemen, tras la acción militar a gran escala realizada el viernes en una misión conjunta con el Reino Unido, confirmó el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM, por sus siglas en inglés). Los ataques adicionales llevados a cabo la noche de este viernes tuvieron un menor alcance que los lanzados el día anterior y estaban dirigidos a un radar utilizado por los rebeldes.
La acción militar fue desplegada desde el destructor naval estadounidense USS Carney (DDG 64) a las 3.45 de la madrugada del 13 de enero hora de Saná (00.45 GMT) en el que se utilizaron misiles de ataque terrestre Tomahawk, explicó CENTCOM. El comando detalló que esta fue "una acción de seguimiento contra un objetivo militar específico" asociado con los ataques realizados el día de ayer diseñados para degradar la capacidad de los hutíes para atacar buques.
Los rebeldes hutíes habían disparado al menos un misil balístico contra un buque comercial que navegaba en el mar Rojo el viernes temprano, después que las fuerzas militares estadounidenses y británicas lanzaron 73 bombardeos contra sus posiciones militares en varias provincias del Yemen, dejando cinco bajas en sus filas, de acuerdo con los insurgentes.
CENTCOM no explicó si el segundo día de acciones militares contra los rebeldes fue lanzado en solitario por los EE.UU., o contó con el respaldo de otras naciones como se dio con los operativos de ayer. Pero advirtió que los operativos militares del jueves y el viernes están completamente separadas de las medidas tomadas por la coalición militar conformada por más de 20 naciones bajo el nombre de 'Operation Prosperity Guardian' (Operación Guardián de la Prosperidad), lanzada a finales de diciembre.
Las dos acciones hacen parte de una fuerte escalada de operativos militares para detener los ataques contra buques comerciales en el mar Rojo, que según la milicia rebelde se realizan en apoyo a los palestinos bajo el bombardeo israelí en Gaza.
El lugarteniente Douglas Sims, director de operaciones del Estado Mayor Conjunto estadounidense, detalló este viernes en una conferencia de prensa que se lanzaron ataques a 28 enclaves en la acción del jueves, apoyada por 10 países. "Esto estaba exclusivamente diseñado para ir contra las capacidades que están impidiendo la libertad internacional de navegación", añadió Sims ante la prensa, que dijo que Washington está "bastante confiado" en que hicieron un buen trabajo.
Por su parte, el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que EE.UU. no busca una guerra en Yemen contra los hutíes, apoyados por Irán. Añadió que la intención del presidente, Joe Biden, es rebajar la tensión en la región. "Queremos que cesen sus ataques".
Biden envió este viernes una carta al Congreso de EE.UU. para informar del ataque aéreo lanzado ayer contra los hutíes del Yemen, tras recibir críticas por no haber avisado al Poder Legislativo antes del bombardeo. El mandatario estadounidense advirtió ayer en un comunicado: "No dudaré en ordenar medidas adicionales para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional según sea necesario".