Las nuevas imágenes del
atentado muestran cómo el terrorista avanza acelerando a toda velocidad por el puente de Westminster, a su lado el resto de coches parecen ir a
cámara lenta. En un momento dado, una persona cae o se tira al río; es una
mujer que se encuentra ahora herida y en situación crítica. La Policía ha
detenido a ocho personas.
Ha habido registros en Londres y en Birmingham, una ciudad a poco más de 200 kilómetros de la capital; allí la Policía ha entrado en un apartamento, el que sería, según medios británicos, el propio hogar del atacante. Ese hombre al que, según los últimos datos, los servicios secretos ya tenían fichado por actividad extremista. La Policía no teme nuevos atentados inminentes.
El mismo Parlamento que este miércoles se quedó helado, este jueves ha guardado un minuto de silencio. Theresa May ha animado a los londinenses a responder al terror con la vida cotidiana.
Normalidad, pero más seguridad; así trabaja la
Policía científica en un puente de Westminster normalmente frenético y este
jueves detenido. La presencia policial se ha reforzado y las estaciones de
transporte público cercanas están cerradas y acordonadas.
El Gobierno se plantea
si armar a los policías que guardan los lugares emblemáticos; el dilema, de
nuevo, decidir si blindar el corazón de Londres de forma permanente ante una
amenaza más impredecible que nunca.