El 31 de enero de 1998, hace exactamente 19 años, Christeson y su primo Jesse Carter escaparon de la casa de un familiar en la que vivían en el condado de Maries (Misuri) y se dirigieron a la vivienda de una vecina.
Christeson y Carter, de 18 y 17 años respectivamente, tenían la intención de robarle el vehículo a su vecina, Susan Brouk, un Ford Bronco. Los primos se colaron en la vivienda, amordazaron a los niños -Adrian (12 años) y Kyle (9)- y Christeson violó a Brouk a punta de pistola en la habitación de su hija.
"Ya te has divertido, ahora iros", dijo Brouk entonces. Sin embargo, de acuerdo con confesiones posteriores, Adrian reconoció a Carter, por lo que Christeson decidió asesinarlos a todos: "Tenemos que deshacernos de ellos", dijo.
Christeson y Carter obligaron a Brouk y a sus dos hijos a montarse en la parte trasera del Ford Bronco familiar y los condujeron a una poza cercana, donde los ahogaron tras dejarlos malheridos con arma blanca. Días después, alertados de la desaparición, las autoridades avistaron desde un helicóptero los cuerpos de la familia Brouk flotando en la poza.
También hallaron marcas de vehículo que les condujeron a la vivienda del familiar de Christeson y Carter. Nueve días después de los asesinatos, los primos fueron detenidos en California, a donde se habían fugado con el Ford Bronco, una escapada financiada con la venta de objetos que habían saqueado de la vivienda de los Brouk, como el televisor.
Durante el juicio celebrado en 1999, Carter alcanzó un acuerdo con los fiscales y fue condenado a cadena perpetua después de declarar contra su primo Mark, que recibió la pena capital.