El juez Nisim Yeshaya, retirado pero que seguía atendiendo casos de apelación institucionales en el Distrito de Tel Aviv, ha dejado de manera inmediata de comparecer ante cualquier institución legal.
Yeshaya, que tras desatarse el escándalo aseguró que sus declaraciones fueron "malinterpretadas", hizo esos comentarios durante una vista relacionada con un caso de violación de una menor israelí que hoy tiene 19 años, por parte de cuatro palestinos.
La titular de Justicia israelí, Tzipi Livni, aplaudió la decisión del juez de abandonar sus responsabilidades.
"El juez anunció su renuncia y esa es la decisión correcta en este grave caso", manifestó Livni, para quien "sólo de esta manera, la confianza de la población en el sistema jurídico quedará restablecida".
"No se trató de una simple expresión, sino de una percepción inválida y retorcida en contra de la cual las mujeres han luchado durante años, y que achaca la culpa a la víctima de la violación", defendió la ministra.
Livni fue más allá al declarar que "ese comentario procedente de la boca de un juez, podría incluso si se hace de manera no intencionada, dar legitimidad a la violación en mentes retorcidas".
Éstos se produjeron en medio de una vista celebrada el martes en la Comisión de Apelaciones de la Seguridad Social, en la que no estaba presente la víctima y en la que Yeshaya actuaba como presidente de tribunales administrativos y rectores.
La joven, mayor de edad, tenía 13 años cuando fue violada por cuatro palestinos y apelaba una decisión en contra de que pudiera recibir compensaciones del estado como víctima por terrorismo.
Su abogada, Aloni Sadovnik, describió que "en medio de un debate apasionado, el juez de repente dijo en alto 'Hay algunas chicas que disfrutan de que las violen'". "La sala quedó en silencio", añadió la letrada y precisó que "incluso los miembros del tribunal de apelaciones quedaron callados durante varios minutos”.