A pesar de que los papas históricamente se han mantenido en su magisterio hasta la muerte, estos tienen reconocido el derecho a dimitir, un derecho reconocido en el derecho canónico.

La renuncia de Benedicto XVI no es la primera en historia de la Iglesia. San Ponciano, Papa durante el periodo de los años 230-235, fue el primer pontífice que renuncio al papado.

Otros casos de renuncia al pontificado han sido los de Benedicto IX, elegido en el 1032 y Celestino V, que renunció en 1294 al declararse carente de experiencia en el manejo de los asuntos de la Iglesia.

El último Pontífice en renunciar fue Gregorio XII, el veneciano Angelo Correr, que dimitió en 1515, dos años de morir, según catholic.net.

Benedicto XVI ya explicó en 'Luz del mundo' en 2010 que un papa puede dimitir "en un momento de serenidad, no en el momento del peligro". En el mismo documento, ya señalaba que notaba cómo sus fuerzas iban disminuyendo y temía que el trabajo que conllevaba su misión "sea excesivo para un hombre de 83 años".