Kobani empieza a recuperar la normalidad tras los ataques entre las milicias kurdas y los yihadistas del Estado Islámico. Refugiados sirios celebran el triunfo sobre los rebeldes yihadistas y esperan a entrar a una ciudad desolada y devastada por las bombas. Calles desiertas, casas destrozadas, muros que casi no se sostienen en pie son los resultados de cuatro meses de asedio. Este viernes, se empezó a permitir el paso de algunos civiles sirios.