Los cuatro últimos exdirectores del FMI se han visto envuelto en escándalos y tres de ellos imputados por la justicia. Rodrigo Rato llegó al cargo con la etiqueta de autor de un milagro económico y después hundió Bankia. Strauss-Kahn estaba llamado a ser el líder de los socialistas franceses, pero en el camino se le cruzó una empleada de hotel. Y ahora, le ocurre a Cristine Lagarde.