contusiones, ceguera y heridas graves. Son las consecuencias para los más de 300 refugiados, niños y bebés incluidos, en el infierno de Idomeni tras la brutalidad policial de ayer de los agentes macedonios en la frontera. El presidente griego lo ha calificado esta mañana de inaceptable y las ONG de la zona denuncian que la desesperación va a aumentar.
Las consecuencias de los 300 refugiados heridos