Misión espacial casi secreta en China. El gigante asiático ha lanzado al espacio una nave reutilizable como parte de un experimento rodeado de secretismo. Se trata de un cohete Larga Marcha-2F que ha salido con éxito del centro espacial de Jiuquan, tal y como ha confirmado un breve despacho de la agencia de noticias oficial Xinhua.

Según explica la prensa estatal, se trata de una misión en la que "tras un período de operación en órbita, la nave volverá al lugar de aterrizaje previsto en China. Probará tecnologías reutilizables durante su vuelo, dando apoyo tecnológico al uso pacífico del espacio".

Una misión llena de secretismo ya que según han confirmado fuentes militares al diario hongkonés South China Morning Post existe una circular en la que se ordenaba a los trabajadores del centro de lanzamiento y a visitantes que no grabasen el despegue ni hablasen de él en Internet.

"Todas las unidades deben reforzar la formación y la gestión del personal durante las misiones para garantizar que no se produzca ninguna filtración de secretos", señala el documento.

Según las mismas fuentes, este lanzamiento es protagonista de muchas "primeras veces": "La nave es nueva, el método de lanzamiento es diferente. Por eso necesitamos garantizar que haya un plus de seguridad".

Además dejó entrever que podría tratarse de una nave similar a la X-37B estadounidense, un vehículo espacial no tripulado capaz de regresar a la Tierra y que hasta ahora ha llevado a cabo cuatro misiones también clasificadas en las que ha llevado cargas secretas al espacio.

En los últimos años, China ha reforzado sus proyectos estatales, consiguiendo ser el primer país en aterrizar con una sonda en la cara oculta de la Luna en enero de 2019.

Este verano, el gigante asiático completó la red de satélites de su sistema de geoposicionamiento Beidou (BDS, la alternativa china al GPS estadounidense) y lanzó su primera misión -no tripulada- a Marte, que, según la agencia estatal del país, prosigue su camino al planeta rojo sin contratiempos.