El presidente estadounidense, Barack Obama, y su equipo de seguridad han explicado al Congreso los objetivos y la justificación para una eventual intervención militar en el país, algo que podría decidir en solitario tras el rechazo del Parlamento británico a la participación del Reino Unido.
Varias fuentes del gobierno estadounidense citadas por la cadena CNN y el diario "The New York Times" coincidieron en asegurar que Obama optaría por una intervención en Siria, incluso si sus aliados británicos decidieran respetar la voz del Parlamento y no participar en el castigo al régimen de Bachar al Asad. La ronda de consultas que inicio la Casa Blanca con el Congreso tuvo lugar mientras el Parlamento británico rechazaba las razones del gobierno de David Cameron para intervenir en Siria.
Pese al contratiempo que supondría que Londres no se uniera a la "respuesta internacional" que ayer dijo buscar Obama, el presidente estadounidense podría seguir adelante y sin el consenso en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, algo que Washington tampoco espera que ocurra debido a la oposición rusa y china.
Obama ha hablado personalmente con el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y el líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, para explicarles la estrategia y las supuestas pruebas que justificarían un potencial ataque contra el régimen sirio. Por la tarde, la asesora de Seguridad Nacional de Obama, Susan Rice; el secretario de Estado, John Kerry; el jefe del Pentágono, Chuck Hagel; el Director Nacional de Inteligencia, James Clapper, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Martin Dempsey, hablaron por teleconferencia con líderes del Congreso.
En Washington, el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Josh Earnest, no quiso confirmar si Obama pedirá la autorización formal del Congreso antes de un eventual ataque, y se limitó a decir que el Gobierno está manteniendo una "robusta" comunicación con el Legislativo.
OBAMA PEDIRÁ LA AUTORIZACIÓN FORMAL DEL CONGRESO