La solidaridad despertada en muchos puntos de Europa es el único lado 'bueno' en esta crisis humanitaria, especialmente en la capital de Austria, Viena. La sociedad se ha volcado con los miles de refugiados que han llegado a la capital del país. Decenas de voluntarios asisten a los refugiados en su idioma, les ayudan y les ofrecen también agua, comida y alojamiento. Los refugiados con los que ha hablado laSexta muestran su alegría, aunque también su preocupación por familiares y amigos que se encuentran todavía en la ruta.
Austriacos y alemanes ayudan a los refugiados en un auténtica caravana de solidaridad