La llamaba 'L'enfant terrible'
Así comenzó la amistad entre sor Geneviève y el papa Francisco: "Le escribí una carta no muy agradable"
La intrahistoria La monja, de 82 años, ha sido protagonista en la capilla ardiente del papa al visitar la misma por segundo día y saltarse el protocolo para rezar en silencio.

Resumen IA supervisado
Sor Genevieve, una monja de 82 años, protagonizó una emotiva escena en la capilla ardiente del papa Francisco al romper el protocolo para rezar en silencio por su amigo. Su relación con Francisco comenzó de manera inesperada, tras enviarle una carta crítica cuando él era cardenal, por no asistir al funeral de su tía, una monja asesinada por la dictadura de Videla. A partir de ahí, surgió una amistad que acercó a Francisco al colectivo LGTBI y a los desfavorecidos. Sor Genevieve, quien lo consideraba un amigo y padre, espera que el próximo papa sea similar a Bergoglio.
* Resumen supervisado por periodistas.
Ha sido una de las imágenes que ha dejado la capilla ardiente del papa Francisco. La de sor Geneviève, la de una monja de 82 años que se ha saltado el protocolo para rezar en silencio por el sumo pontífice. Parar llorarle. Para expresar así el cariño ya no solo hacia él por ser quien era sino porque era su amigo.
Por esa relación de amistad que tenían los dos. Una que, eso sí, no comenzó con buen pie. Porque todo fue por una carta. Gracias a una carta en 2005. Hace 20 años. Una en la que la religiosa le recriminaba al por aquel entonces cardenal que no estuviera en el funeral de su tía.
Que no fuese al último adiós de una monja asesinada por la dictadura de Videla. "Le escribí una carta no muy agradable. Todavía estaba enfadada", cuenta sor Geneviève. Así es como todo empezó. Porque después de dicho escrito, Bergoglio respondió: "Esa misma noche me llamó. 'Gracias por la carta', me dijo".
Desde entonces, una amistad. Una en la que sor Geneviève acercó a Francisco al colectivo LGTBI, y a los desfavorecidos a las audiencias de los miércoles. "Cuando llegaba y me veía, decía 'l'enfant terrible'". Así llamaba el papa a la religiosa. A una monja que tiene claro qué significaba Francisco para ella: "Era un amigo, un padre... un hermano".
"Quería terminar su viaje así"
En una entrevista en 'La Repubblica', sor Geneviève ha reconocido que no se esperaba la muerte del papa, después de que estuviera presente en el urbi et orbi: "Estuve en la Plaza de San Pedro. En mi opinión, él quería terminar así su viaje. Entre la gente. Él amaba a la gente".
La última vez que se vieron, en la audiencia del 12 de febrero, el miércoles anterior a la hospitalización del papa en el Gemelli: "Hablamos. Nos dijimos que nos amábamos. Dos días después estab en el hospital".
Sor Geneviève Jeanningros ha informado de que el sábado estará en el funeral. Al ser preguntada por qué tipo de papa espera después de Francisco, lo tiene claro: "Me gustaría que llegara otro Bergoglio".