Las fuerzas de seguridad habían fijado las 10.00 hora local (09.00 GMT) para que los vecinos abandonasen la zona de peligro, de 1,5 kilómetros de radio, que incluye el centro de la ciudad y varios edificios emblemáticos de su casco histórico, como la catedral y el ayuntamiento.

Una portavoz de la policía aseguró a los medios que, por el momento, "todo transcurre según lo previsto". Los artificieros comenzarán a mediodía sus trabajos sobre el terreno, que se prolongarán durante unas cuatro horas, apoyados por unos 900 policías y cientos de bomberos, según medios locales.

Las autoridades de Augsburgo, una ciudad de unos 287.000 habitantes, decidieron llevar a cabo la desactivación al considerar que supondría una menor alteración para los vecinos que realizarla en un día laborable.

El alcalde de la ciudad, Kurt Gribl, reconoció en un videomensaje que la ciudad "está distinta a lo que todos habíamos esperado" esta Navidad, con imágenes de calles desiertas y negocios cerrados.

La bomba, lanzada por los británicos, fue hallada por casualidad el pasado miércoles durante unas obras, un descubrimiento no del todo inusual en Alemania. Periódicamente se descubren en el país artefactos explosivos de la II Guerra Mundial, pero lo particular de este caso es la cantidad de personas que han debido ser evacuadas por tratarse de una bomba de gran tamaño y localizarse en un centro urbano densamente poblado.