"Durante el invierno de 2020-21 se dio el fenómeno de La Niña. Ahora, se espera que vuelva a pasar para el invierno que está por venir, el invierno de 2021-22". Es el pronóstico que hace el joven Jorge Rey desde su blog.

Tras predecir con solo 14 años la llegada de Filomena observando los patrones de la naturaleza y atesorando elancestral método de Las Cabañuelas para avanzar eventos meteorológicos futuros, este joven experto analiza ahora las probabilidades de que se repita un fenómeno como La Niña y sus efectos en nuestro clima.

Para entender si La Niña está detrás de los inviernos duros, primero debemos explicar en qué consiste este fenómeno. La Niña, al igual que El Niño, son fenómenos que implican fluctuaciones en la temperatura de la superficie del océano Pacífico, así como cambios en las distintas capas de circulación atmosférica. Ambos factores tienen un fuerte impacto en el tiempo y en los factores climáticos, y suelen estar relacionados con lluvias abundantes y sequías o inundaciones severas. Mientras El Niño aumenta las temperaturas globales, La Niña hace lo contrario.

Los vientos alisios y el clima

Los vientos que corren por la superficie del océano Pacífico se conocen como alisios y soplan de este a oeste y van alejando de Sudamérica las aguas de la superficie oceánica en dirección a Indonesia y Australia.

En las zonas altas de la atmósfera el viento se mueve en dirección opuesta, creando un sistema de circulación de aire. El océano Pacífico absorbe una cantidad enorme de calor solar. Ese calor aumenta la temperatura de la superficie oceánica y las aguas templadas son desplazadas al oeste por los vientos alisios. Esas aguas más calientes se acumulan en las costas de Indonesia y el norte de Australia. Y es aquí donde el aire cálido y húmedo se eleva y forma nubes de lluvia.

Esta es una de las formas en las que el movimiento de las aguas afecta al clima. Por eso, mientras países como Perú o Ecuador permanecen secos y con temperaturas frías, Indonesia y el norte de Australia reciben calor y lluvias que determinan su clima tropical.

Pero el fenómeno conocido como El Niño puede cambiar esto radicalmente. El Niño empieza con una fuerte caída en la fuerza de los vientos alisios que circulan por la superficie marina. Las aguas ya no son desplazadas de este a oeste y comienzan a moverse hacia América del Sur. Esas aguas templadas se acumulan en las costas de Sudamérica, el aire caliente y húmedo se eleva y comienza a caer, causando precipitaciones en Perú y Ecuador. Mientras, en las costas de Indonesia y el norte de Australia, la temperatura de las aguas ha bajado dando lugar a un clima más frío y seco e incluso sequía. El fenómeno de El Niño ocurre con una frecuencia irregular, normalmente en intervalos de 3 a 5 años.

El fenómeno La Niña y sus consecuencias

Pero hay otro fenómeno que también puede cambiar drásticamente el clima. Se conoce como La Niña. Hace que los vientos alisios soplen con una fuerza mucho mayor. Una masa de agua mucho más grande es desplazada al oeste y por tanto hay una acumulación mayor de agua caliente en las costas de Indonesia y norte de Australia. Esto se traduce en un aumento de la irregularidad de las precipitaciones. En contraste, Perú y Ecuador experimentan un clima mucho más seco, e incluso sequía.

Lo cierto es que no se sabe con precisión qué desencadena los fenómenos de El Niño y La Niña, se cree que forman parte de ciclos climáticos, pero hay evidencia científica que muestra que están sucediendo cada vez con mayor frecuencia.

Probabilidades de un evento de este tipo

Para el trimestre de diciembre de 2021 a febrero de 2022, hay un 60 % de probabilidades de que se produzca un episodio de La Niña, un 30 % de que las condiciones sean neutras en cuanto al ENOS (El Niño-Southern Oscillation, ENSO por sus siglas en inglés) y un 10 % de que se instaure un episodio de El Niño.

Se prevé que las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico centroriental estén por debajo de la media o en la media durante el período de septiembre a noviembre de 2021, en un intervalo comprendido entre −1,0 y +0,0 grados Celsius. Para el período de octubre a diciembre de 2021, se prevé que oscilen entre −1,1 y +0,1 grados con respecto a la media. Son datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).