Jorge Rey no cuenta con ningún satélite. Sus previsiones no recogen datos de la atmósfera ni utilizan radares meteorológicos. Pero sí se aventura a predecir el tiempo que hará en su tierra. Concretamente, en Monasterio de Rodilla, una localidad situada en Burgos, a través de un método ancestral utilizado por los pastores conocido como 'las cabañuelas'.

Con tan solo 14 años, este adolescente ha vaticinado con acierto el temporal Filomena y ya avisa de posibles nevadas a final de año. Desde que tiene 7 años, su maestro Rafa, pastor de la zona, le ha enseñado cómo predecir el cielo bastándose con la naturaleza, utilizando la información que le dan las nubes o la humedad de las rocas.

De hecho, Jorge cuenta hasta con un blog donde recoge información detallada de sus previsiones. Y en él explica en qué consiste su técnica: "Es una forma de barruntar el tiempo a tan largo plazo trata solamente de observar la naturaleza", aunque matiza que, "eso sí, hay que saber hacerlo".

En este sentido, Rey ya ha efectuado su pronóstico para el año 2022 analizando los primeros días de agosto. "Algunas de las cosas que han de ser contempladas son: las tormentas que puedan llegar a registrase, las temperaturas mínimas y máximas de cada día, el tipo de vuelo que las aves lleven a cabo, etc. También, el cambio climático se puede observar cómo ha llegado a cambiar la forma de vida de algunas especies animales", apunta.

Sus previsiones para Burgos

Según este joven 'meteorólogo' enero comenzará en su región con lluvias e incluso algunas nevadas en cotas medio-altas. "Después, para la segunda quincena del mes, se esperan nevadas intensas y frío", sostiene, hasta el punto de asegurar que llegará otro fenómeno atmosférico similar a Filomena. "Viendo la posición de la Luna, creo que sobre el 24 de enero podríamos tener un episodio así. Este mes se podría definir con dos refranes: “Enero, mes de frío, nieve y puchero” y “Enero, trentayunero, siete capas y un sombrero y todavía me hielo”, subraya.

En marzo, indica el joven, habrá temperaturas primaverales, y según las rocas de agosto (predice a través de la humedad el tiempo) en abril habrá abundantes lluvias, mientras que en otoño se espera "mal tiempo", noviembre será estable y diciembre llegará con "temperaturas estables", algo que, asegura, le sorprende.

Aun así, este joven, que ha participado de forma asidua en medios locales para dar sus pronósticos, explica en declaraciones a 'El Mundo' que el método de Las Cabañuelas a veces puede fallar. No obstante, según él, cuentan con más de un 90% de fiabilidad.

"Yo con las predicciones que hice el año pasado tuve más de un 98% de acierto", asegura el burgalés al citado medio. Su sueño, como no podría ser de otra forma, es ser meteorólogo de mayor, una vez adquiera otro tipo de conocimientos para afinar todavía más sus pronósticos. De momento, seguirá con su página web y con los consejos de su maestro Rafa, que sigue aportándole sus "vivencias".