Nacer con una discapacidad nunca ha supuesto un impedimento para Irene Enebral, recepcionista en un gabinete de psicología que denuncia: "No debería haber problemas a la hora de encontrar a una persona con discapacidad".

Lleva un mes como recepcionista atendiendo las llamadas que entran en el gabinete de psicología, pero su suerte no está al alcance de 1.800.000 discapacitados en edad de trabajar.

De ellos, uno de cada tres se encuentra en paro. Nazaret Jiménez es un ejemplo, y es que en los últimos cinco años no ha conseguido encontrar trabajo. "Siempre pienso que en alguna empresa seré candidato ideal", afirma.

Reconoce que estar en silla de ruedas le ha cerrado la puerta de varias empresas: "Me dicen que no puedo acceder porque no tienen puesto adaptado y porque no tienen la entrada adaptada".

Desde las entidades que buscan aumentar la empleabilidad de este colectivo culpan a la desinformación de que no se abran más ofertas de trabajo. "La adaptación es tan fácil como levantar una mesa y no hay más que hacer", afirma Javier Font, presidente Famma Cocemfe Madrid.

Toda ayuda para mejorar la inserción laboral es bienvenida, como las bonificaciones o el cupo del 2% reservado en las grandes empresas. Aunque el mejor impulso es estar bien preparado como lo está Nazaret, cuyo esfuerzo ha dado frutos al fin. Tiene una oferta para comenzar a trabajar la semana que viene.