Firmar una hipoteca en solitario es, cada vez, más difícil. "Muy poca gente está pudiendo acceder de forma individual a ellas", ha asegurado a laSexta David Riudor, CEO de GOIN. En lo que llevamos de año, casi el 62% de los préstamos hipotecarios los han firmado, mínimo, dos titulares. "Las entidades bancarias lo que quieren son personas solventes. En el caso de que solo haya un titular, si la persona se queda sin ingresos, la entidad va a tener más dificultades para poder cobrar el dinero prestado", ha apuntado Laura Martínez, portavoz iAhorro.
De ahí, la 'tasa single', el peaje que tienen que pagar quienes compran individualmente una vivienda. Según Juan Villén, responsable de Hipotecas de Idealista: "Los bancos exigen mayor estabilidad a una única persona e ingresos más altos". Por ejemplo, tal y como ha añadido Rafa Aguado, asesor legal, pidiendo "nóminas bastante altas o otras garantías, se les pide avalistas, incluso terceras personas como hermanos o hijos mayores de edad". O incluso, según apuntan los expertos consultados, aplicando cláusulas abusivas que convierten a los avalistas en deudores.
"Dicen que van a poner un aval, ese avalista les hace renunciar a su beneficio. Automáticamente se convierten en deudores", ha subrayado Aguado. Entre los requisitos que las entidades exigen a quienes solicitan una hipoteca están el "tener un mínimo del 20% del precio de la vivienda, tener una estabilidad laboral, la ratio de endeudamiento no puede ser superior a un 40%, y cuenta la edad y situación personal", ha precisado Riudor.
Para Villén, el problema está en que, de cara al nivel de ahorros, si son dos personas "es más fácil llegar a esa cifra, si eres una única persona tanto tu nivel de ahorros como nómina tiene que ser superior". Dificultades que se han incrementado, aún más, con la subida del euribor y de los tipos de interés. Por su parte, la banca y el Gobierno buscan maneras de paliar la escalda de las hipotecas variables debido a la subida del euribor. "Estamos considerando distintas alternativas", aseveró este viernes la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño.
Es una propuesta tacaña, creemos que la banca tiene capacidad para hacer ofertas mucho más razonables"
Lo que se estaría negociando es que, si al revisar la hipoteca, esta ha subido un 30% o más, se alargaría hasta cinco años el plazo de su vencimiento, nunca rebasando los 40 años y sin que la nueva cuota sea inferior a la que se pagaba hasta ese momento. Una propuesta que, sin embargo, apenas afectaría a un 10% o 15% de los créditos: "El mayor peso del pago del interés lo tienen los primeros años de vigencia de la hipoteca. Todos aquellos que hayan firmado hipotecas a tipo variable en los últimos dos, tres o cuatro años son los potenciales beneficiarios", ha destacado el economista y analista financiero Javier Santacruz.
Además, la medida afectaría a préstamos firmados a partir de 2012. Y para familias con bajos ingresos, hasta tres veces el IPREM, 24.318 euros anuales; condiciones demasiado estrictas para asociaciones de usuarios. "Es una propuesta tacaña, creemos que la banca tiene capacidad para hacer ofertas mucho más razonables", ha denunciado Patricia Suárez, presidenta de ASUFIN (Asociación de usuarios financieros). Incluso se les pide más desde dentro del Ejecutivo. "Creo que lo que se está planteando no es suficiente", ha criticado Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo.
Otro camino que se plantean algunos hipotecados: pasar de tipo variable a tipo fijo y así librarse de estas fluctuaciones. "Esto podría ser una medida muchísimo más fácil", ha apuntado Suárez. En cualquier caso, se recomienda revisar bien la salud financiera. "Una línea roja debería ser el 30 o 40% de nuestros ingresos", ha considerado Santacruz. La clave para los expertos es que las medidas se apliquen con celeridad.
Según 'The Economist'
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